TRATAMIENTO CON PEPINO Y TÉ PARA LAS OJERAS

Todos sabemos la fama que tiene el pepino para el cuidado de la delicada piel que rodea los ojos; de hecho, la imagen de la mujer con el pelo envuelto en una toalla, una mascarilla y los ojos cubiertos por dos rodajas de esta cucurbitácea son ya todo un icono semiburlesco de nuestros tiempos. Pero es que es verdad: el pepino tiene propiedades descongestionantes y refrescantes, y de hecho muchos productos para las ojeras  lo incorporan en forma de extracto.

Otro ingrediente que se está poniendo de moda en productos para el tratamiento periocular es la cafeína...y si lo pensamos bien, en este sentido también la industria se ha aprovechado del saber popular, puesto que la teína y cafeína son químicamente lo mismo (son la misma molécula) y por tanto, un stick   para el contorno de ojos con cafeína es la versión cosméticamente correcta de las tradicionales bolsitas de té colocadas sobre nuestros ojos cerrados mientras, tumbadas, nos evadimos durante unos minutos de nuestro ajetreo diario.

Con este remedio he intentado reunir de la manera más práctica y fácil posible los beneficios de estos dos elementos: el pepino y el té. Vamos ya pues con él.

INGREDIENTES

1 pepino pequeño con su piel, bien lavado
2 bolsitas de té negro (yo las he usado redondas, ya que se adaptan muy bien, de la marca Tetley's)

También utilizaremos:

1 rallador (mejor de los que incluyen recipiente recogedor)
1 gasa o colador fino
1 taza
1 pañito o papel de cocina
Minienvases para congelar parte del  zumo de pepino (opcional, por si queremos hacer más cantidad)

En la foto veis, además del pepino, el tipo de bolsita de té que yo utilizo (se parece a las monodosis de café)
y los minienvases en que congelo el zumo (uno abierto, otros sin abrir; es nata ligera monodosis para el café)

ELABORACIÓN  Y APLICACIÓN

Cortamos uno de los extremos del pepino y lo rallamos, recogiendo la pulpa y el zumo en el recipiente del colador, o en otro adicional si no dispone del mismo.

Colamos pulpa, piel  y zumo a través de una gasa, exprimiendo bien y recogiendo el líquido en una taza.

Una parte del zumo, sobre todo si hacemos más cantidad, la podemos congelar en los minienvases:

Impregnamos cada bolsita de té en el zumo de pepino, escurriendo ligeramente para que no chorree.

Nos relajamos tumbados y, con la taza aún con zumo y un pañito o papel de cocina a nuestro alcance, colocamos las bolsitas sobre los ojos cerrados, manteniéndolas entre 5 y 15 minutos. Naturalmente, cuanto más tiempo más efectivo.

Probablemente durante el tiempo de aplicación, el líquido nos chorreará por las sienes o la cara; entonces usaremos el pañito o equivalente (mejor que no lo apreciemos mucho, o usar papel, porque el té tiñe) para enjugarlo.

Más o menos a los seis o siete minutos empezaremos a oler a té...señal de que la teína ya está actuando..en realidad estamos haciendo una especie de infusión de té en zumo de pepino en frío...sobre nuestros párpados.

Os recomiendo que hagáis este tratamiento, si podéis, al menos en días alternos. A mí, que no soporto las mascarillas de más de 10 minutos de aplicación, estos parches sin embargo me resultan tan placenteros que....siempre quiero un poquito más de tiempo. El contorno de ojos queda tonificado, las ojeras y arruguitas se disimulan y la sensación de frescor dura hasta una hora. Probadlo al menos una vez y ya me diréis...

Os recomiendo que, aunque decidáis hacer este tratamiento cada día, no compréis de una vez gran cantidad de pepinos...Conviene usarlos lo más frescos posible.